Ingredientes
1 mango fresco y jugoso
1/2 taza de agua fría
Azúcar a gusto
Pasos
1
Busca un mango maduro. El jugo sabrá mucho mejor si el mango ha alcanzado su punto óptimo de madurez. Para escoger un mango maduro, busca alguno con mucho aroma y cuya cáscara se hunda levemente al presionarla con los dedos, pero que no esté demasiado blando.[1]
Juzga la madurez del mango de acuerdo a su textura, no su color. La cáscara puede ser amarilla, verde, anaranjada o roja, dependiendo de la variedad.
Las variedades de mango indio como los Alfonso o los Kesar son los mejores para preparar jugo, ya que no contienen demasiada fibra. Si no logras encontrarlos, puedes colar el jugo luego de procesarlo en la licuadora.
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2
Pela el mango. Utiliza un cuchillo afilado para pelar el mango hasta llegar al cuesco. Corta la fruta alrededor del cuesco (como lo harías con una palta) y separa las dos mitades. Coloca la boca de un vaso en el lugar donde se juntan la cáscara y la carne de la fruta, luego presiona el mango contra el borde para separarlo de su cáscara. Repite el mismo procedimiento con la otra mitad y bota la cáscara y el cuesco.[2]
Si no te agrada el método del vaso, solo separa las dos mitades de mango y utiliza un cuchillo para separar la fruta de la cáscara por trozos.
Si el mango está bien maduro, también puedes utilizar una cuchara para separarlo de su cáscara.
3
Procesa el mango. Coloca el mango en la licuadora y procésalo hasta que quede suave. Asegúrate de que no queden trozos de fruta en el jugo. Si utilizas un mango con mucha fibra, verás que quedan pequeños hilos de mango en el jugo, los cuales puedes retirar con un colador.[3]
4
Añade agua fría. Con media taza de agua fría por mango es suficiente para que la bebida quede con la consistencia suave de un jugo. Utiliza agua bien fría y revuélvela con el mango licuado, utilizando una cuchara.
Habitualmente, el mango licuado por sí solo es demasiado espeso como para beber, así es que es necesario diluirlo un poco. Añade más o menos agua dependiendo de tu gusto.
En lugar de agua, puedes añadir leche, agua de coco o cualquier otro líquido.
5
Cuela el jugo y sírvelo en un vaso alto. Vierte el jugo de mango sobre un colador de malla fina situado sobre un vaso. Puedes saltarte este paso si no te molesta que el jugo tenga algo de fibra.
6
Añade azúcar y saborizantes a gusto. Si el mango está bien maduro y dulce, es probable que no necesites añadir azúcar. Si te gusta el jugo muy dulce, añade una cucharada de azúcar y revuélvelo. También puedes usar miel, néctar de ágave o jarabe de arce en lugar de azúcar. Otros ingredientes que puedes incorporar para darle más sabor son:[4]
1 cucharada de jugo fresco de limón o lima
1/2 cucharadita de cardamomo en polvo
1/2 cucharadita de canela en polvo
1 cucharada de crema espesa o leche de coco
Añádele hielo si lo deseas
7
Prueba otras bebidas a base de mango. Si te encanta el sabor del mango fresco, hay muchas otras bebidas que puedes preparar con esta fruta tan deliciosa. Prueba alguna de las siguientes preparaciones para refrescarte durante el verano:
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